Durante las últimas semanas estamos viendo como los y las pensionistas están alzando la voz por la exigua subida de su pensión este año, que se queda en un 0.25%. Sabemos también que mañana 17 de marzo hay convocadas manifestaciones por La Coordinadora Estatal en Defensa del Sistema de Pensiones alrededor de todo el estado.

Pero, ¿Sabemos exactamente por qué este año suben tan poco? ¿Cómo va a ser la subida durante los próximos años? ¿Nos va a afectar esto a la juventud?

Adelantamos que la respuesta es que sí, nos afecta y mucho, y a continuación os explicamos cómo y por qué:

REFORMA DE 2013

Hasta 2013 las pensiones subían cada año exactamente lo que subía el IPC, de forma que teóricamente se mantenía el poder adquisitivo de las personas que cobraban una pensión. Digo teóricamente porque la realidad es que a veces ni aun así servía para que se mantuviera, ya que algunas subidas en determinados productos o servicios (medicamentos, electricidad, etc.) afectan más a las personas pensionistas de lo que influyen en el IPC, especialmente a aquellas personas con una pensión más baja por lo que acababan perdiendo capacidad real de consumo.

Sin embargo, en 2013 el Gobierno introdujo una reforma con al menos dos impactos muy importantes: El Índice de Revalorización de las Pensiones y el Factor de Equidad Intergeneracional.

El Índice de Revalorización de las Pensiones

Mientras que, como mencionábamos antes, las pensiones antes de la reforma subían cada año lo mismo que el IPC, ahora la subida se calcula mediante una compleja fórmula que depende de varios factores: Esperanza de vida, ingresos de la seguridad social, gastos de la seguridad social, número de pensiones… Además se establecen un suelo y un techo para la subida, de forma que siempre tendrá que ser superior al 0.25%, e inferior al 0.5% más el IPC.

Esto. en la práctica, ha supuesto que desde que se empezó a aplicar en 2014 ha subido el mínimo del 0.25% cada año, y como consecuencia las personas jubiladas han sufrido una pérdida de poder adquisitivo, razón por la cual  estamos viendo la convocatoria de movilizaciones de la que hablábamos al principio.

El Factor de Equidad Intergeneracional.

Además la mencionada reforma introducía el Factor de Equidad Intergeneracional para el cálculo de la pensión inicial, que añade como variable para su cálculo, además de los que ya se utilizaban como los años cotizados (la edad de jubilación o la cantidad de dinero que ha cotizado) una nueva: La esperanza de vida. Dado que la previsión es que esta vaya aumentando en los próximos años, la consecuencia es, también, una rebaja progresiva de las pensiones de las personas que se jubilen a partir de 2019 adicional a la provocada por el nuevo Índice de Revalorización explicado en el apartado anterior. Hasta aquí la descripción de la reforma, pero vayamos a lo realmente importante

¿CÓMO NOS AFECTA ESTO LA JUVENTUD?

Para medir cómo nos va a afectar vamos a utilizar la tasa de sustitución, que es lo que un o una pensionista recibe respecto a lo que cobró en su último sueldo. Esta tasa está ahora cercana al 82% de media, sin embargo, las estimaciones calculan que la citada reforma de 2013 podría hacerla caer por debajo del 50% para el 2060 . Por ilustrarlo con un ejemplo: imaginemos que una persona trabajadora de 66 años, que cobra 1600 euros, se jubilara hoy. A esta persona se le quedaría una pensión de unos 1300 euros (depende de varios factores, pero tomamos el dato medio del que hablábamos antes). Sin embargo, si en vez de 66 años tuviera 42 años y se jubilara en 2060, y suponiendo que no va habrá ninguna modificación adicional de las pensiones (lo cual es poco realista), esta persona pasaría a tener una pensión de 800 euros.

Y a lo que íbamos, ¿Como afectaría esto a los que a día de hoy somos jóvenes? Pues la tasa de sustitución podría desplomarse hasta un 27%. Volviendo al ejemplo de antes, una persona joven con ese salario terminaría con una pensión de 432 euros.

En resumen, la reforma de 2013 implica una bajada progresiva de las pensiones que afecta ya a las personas jubiladas de hoy, pero que supone prácticamente la desaparición del sistema para la juventud que alcancemos la edad de jubilación el día de mañana. Y mientras tanto, habremos estado contribuyendo con nuestras cotizaciones a la seguridad social, aunque nunca la lleguemos a obtener la “recompensa”.

Ni nuestros y nuestras mayores se merecen la bajada en sus pensiones después de toda una vida trabajando, ni la juventud nos merecemos la desaparición de este pilar básico del sistema de bienestar.

Es por ello que desde el Consejo de la Juventud de Navarra llamamos a toda la juventud a participar de las movilizaciones organizadas por la Coordinadora Estatal en Defensa del Sistema de Pensiones, y a luchar codo con codo con nuestros padres y madres, y con nuestros abuelos y abuelas, por unas pensiones dignas, suficientes y justas para toda la sociedad.