Estas pruebas se aplicarán al alumnado de Secundaria y Bachiller de toda la Península.

El Ministerio de Educación quiere implantar, a partir de 2018, la Reválida como examen decisivo para la obtención de los títulos de Secundaria y Bachiller.

La Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa, más conocida como LOMCE, permitirá a las autonomías establecer la fecha del examen, pero no la materia a examinar.

Numerosos colectivos de estudiantes y docentes de todo el país se han lanzado a las calles en señal de protesta por estas Medidas que “pueden expulsar a escolares con los cuatro cursos aprobados” según afirma Fernando Rey, Consejero de Educación de Castilla y León, acerca de las reválidas de Secundaria.

¿En qué consiste esta prueba?

En el caso de Bachiller, se trata de un examen de cuatro días (cinco en Comunidades Autónomas con lengua cooficial) con 15 preguntas por asignatura.

Todo el conjunto de estudiantes deberá examinarse de siete asignaturas obligatorias, a diferencia de la actual PAU, que obliga a hacerlo con cuatro.

A diferencia de la Selectividad que es elaborada por enseñantes de Secundaria y Bachillerato de cada Comunidad Autónoma, en la Reválida son las CCAA quiénes redactan las pruebas pero el marco general lo establece el Estado.

El alumnado que no supere la Reválida de Bachiller, será redirigido a cursos de Formación Profesional, más orientados hacia la vida laboral y, en ese caso, no podrá cursar estudios superiores.

¿Existen reválidas en otros países?

Únicamente cinco países de la Unión Europea cuentan con este tipo de pruebas aplicadas a Secundaria, pero en el caso de Bachiller, la tendencia es más generalizada, siendo 23 las naciones que se han sumado a la elaboración de este examen.

REVALIDA
Riesgo de preparar “solo el examen”

Isabelle de Coster, analista de políticas educativas de la Unión Europea, afirma que como ventaja, permitirá implantar un sistema de evaluación homogéneo dentro del mismo país, “permite conocer de forma objetiva las desigualdades existentes entre estudiantes y escuelas y poder remediarlas” señaló.

Entre los aspectos negativos se ha señalado el riesgo de que los educadores se centren en preparar exclusivamente esta prueba y reduzcan el tiempo dedicado al resto del temario o competencias exigidas en Bachiller.

En España se tendrán en cuenta en el momento de corrección del examen, tanto la nota obtenida en la prueba como los resultados académicos de los años anteriores de formación del alumno.

Las reválidas en Navarra

El pasado 8 de noviembre el Ministerio de Educación convocó una reunión con técnicos de todas las Comunidades Autónomas para analizar el borrador que regulará las características de las pruebas finales de la ESO y Bachiller. Las únicas comunidades ausentes en este encuentro fueron Cataluña y Navarra, que ya anunciaron previamente que no acudirían.

Mientras tanto, en la Comunidad Foral, miles de estudiantes, profesores y miembros de sindicatos estudiantiles se han echado a las calles manifestando su desacuerdo con la implantación de las reválidas.

En numerosos institutos de Secundaria se han vivido huelgas estudiantiles y los alumnos muestran su negativa a estas medidas, “había gente que se iba después del recreo y compañeros que ni aparecieron por clase, no fue al instituto casi nadie” afirmaban alumnas de la ESO.

El conjunto de estudiantes siente cierta incertidumbre debido a la ausencia de explicaciones y orientación del profesorado, “nuestros profesores no dicen nada, no nos han explicado nada, no sabemos qué va a pasar a estas alturas del curso”, explicaban algunas alumnas del Colegio Luis Amigó de Mutilva y Escolapios de Pamplona.

Últimas decisiones

Las últimas noticias que se han conocido acerca de estas pruebas concluyen que, durante el curso académico 2016-2017, las reválidas de Secundaria no serán decisivas para la obtención del título, sino que servirán de orientación y no tendrán efectos académicos, en este caso se implantarán a partir del 2018.

Sin embargo, los alumnos de Bachiller se verán obligados a realizar este examen en sustitución de la ya antigua Selectividad. El borrador vigente hasta la actualidad establece que los estudiantes que no quieran acceder a estudios universitarios no estarán obligados a presentarse a la Reválida, como pasaba con la PAU. El plazo límite para la aprobación de esta norma es el 30 de noviembre y debe contar con el dictamen del Consejo Escolar del Estado.

Por su parte el Consejo Escolar de Navarra se ha unido al resto de consejos autonómicos en contra de la implantación de las reválidas y todos ellos han destacado “la necesidad de pactos educativos que proporcionen estabilidad al sistema, elaborados desde el diagnóstico concreto de Comunidades con realidades y expectativas muy específicas, ampliamente articulados por todos los agentes educativos y sociales, construidos desde el respeto y la transparencia, y que hagan posible la educación de calidad como derecho garantizado de todos los ciudadanos y ciudadanas”.